Muchas preguntas rondan a los padres una vez que los hijos llegan a la universidad: querer saber cada cosa que les pasa o no saber nada; preguntar con mucha frecuencia cómo les va académicamente o confiar en que ellos están haciendo su mejor esfuerzo; averiguar hasta el último detalle de su horario del día o dejar que aprendan a organizarse, priorizando sus actividades. Cómo mantener un sano equilibrio? Qué hacer como padres?
La comunicación entre unos y otros sigue siendo fundamental aunque los hijos ingresen a la universidad. Ellos necesitan saber que alguien se interesa por lo que les pasa, tienen preocupaciones respecto a la escogencia de su carrera, si realmente es lo que quieren estudiar, si encontrarán amigos que los acepten, si podrán sacar adelante sus estudios, si al finalizar encontrarán un trabajo. Son inquietudes que rondan en sus cabezas permanentemente y necesitan tener personas adultas con quién compartirlas. Y en este contexto, adulto no es el que tiene más edad, es aquel que le da confianza, apoyo y le muestra los distintos caminos para que ejerza su autonomía y tome la mejor desición.
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